: : Reflexión para los enamorados



A modo de reflexión puedo decir que, para mí, la cosa es bien sencilla, el día de los enamorados no es más que la creación de algún genio del mercadeo quien necesitaba subir las ventas de chocolates y/o ramos de flores. Lo logró. Partí reconociendo la calidad de genio del tipo ese. Sin embargo, este día comercialote es una farsa. Una vergonzosa mentira. Una chambonada. Una ficción lo mismo que el día de la secretaria, el día los muertos y el de la piscola.

Ojo, no he dicho que los enamorados no existan o que en su defecto el enamoramiento sea una patraña. Lo que digo, es que para los verdaderos enamorados, todos los días son su día. Un hombre enamorado siempre querrá llevarle regalos a la mujer que ama. El verdadero enamorado siempre querrá agasajar  a la culpable de su enamoramiento, y viceversa. Ellas también sienten los mismos deseos a diario.

Hay quienes consideramos esta celebración una baratija, no por eso somos menos románticos o nuestros enamoramientos son menos enamorados. No. Pensar eso es un craso error.

En lo personal me considero un enamorado del amor, un romántico empedernido, un poeta. Nada produce más felicidad en mí que la felicidad de mi pareja, que ella disfrute, que se sienta única y especial. Que se derrita cada día al sentir mis manos recorriendo su espalda como si fuera el primer día. Que su corazón se agite al sentir que la abrazo. Que todos sus temores desaparezcan al descansar sobre mi pecho. Eso y más. Soy un romántico a mi manera. Un loco enamorado.

Creo que cualquier día es un buen día para los enamorados, lo único que en verdad se necesita, es tener ganas de hacer que la otra persona se sienta especial. El enamorado no es egoísta. El enamorado se entrega por entero por su pareja. El enamorado solo desea amar.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encantó!!

Anónimo dijo...

Un bello 14 f