: : Los caradura
Lo que no deja de incomodarme es que por lo general los caraduras se salen siempre con la suya. ¿Qué clase de ejemplo es el que estamos dando a nuestros retoños? Uno malo por cierto. Por eso no me extrañaría ver materializarse el sueño televisivo del matrimonio Salahi en el corto plazo. Michaele y Tareq burlaron la seguridad de la Casa Blanca dejando de paso muchas dudas sobre el desempeño de los servicios secretos. Nos tienen tan convencidos de que este país es lo más grande del universo que no nos damos cuenta de que el bote hace agua por todos lados. Lo de los Salahi es un pelo de la cola. Son un par de caraduras, pero pronto los veremos en las pantallas animando su propio reality.
Pero si de caraduras se trata, acá tenemos de sobra. Podríamos llenar libros y más libros con las historias. Varios alcaldes de Miami son tremendos caradura, si no lo son todos. Los congresistas que se supone que velan por nuestros intereses. Otros caraduras de la peor clase. En general todos los políticos lo son. El gobierno está lleno de ellos. Hacen y deshacen. Se hacen ricos y ayudan a que sus amigotes se enriquezcan y después se van para la casa dejando a los que los eligieron peor de lo que estaban antes. Lo triste es que nadie parece darse cuenta.
Los administradores de los servicios públicos, hospitales, policía y compañías aseguradoras son otros tremendos caraduras. En general, toda persona en un puesto de mando más o menos importante termina siendo uno. Triste pero cierto. El poder corrompe hasta al más casto y puro.
La miopía de la gente ante los caraduras se debe principalmente a que ya son parte del sistema. No los vemos porque se han mimetizado con su entorno. Al final, todos terminamos siendo tan caradura como ellos. Es algo que se pega. Parece que ser caradura esta tristemente metido en el fondo de nuestro sistema. Debo reconocer que yo no me escapo de esta clasificación. Soy un caradura como habrán notado. Así es, ya que hay que ser muy caradura para ponerse a escribir sobre este tema teniendo tejado de vidrio. Pero si no lo hago yo ¿Quién?
: : Enero tocando a mi puerta
Llámenlo locura mía o como quieran, pero no puedo apartarme de estos rituales. El fin de año tiene una fuerza poderosa en la mente de todos, querámoslo o no. Los más religiosos celebran y los otros también, cada uno a su manera particular. Se prenden velas. Se adornan las casas por dentro y por fuera y las tarjetas de crédito son usadas sin la menor compasión. Pobrecitas las tarjetitas. A gastar se ha dicho, miren que es fin de año y hay que celebrar.
Los que lo pasaron mal celebran, pensando en que el año que viene será mejor. Los que lo pasaron bien también celebran, agradecidos de su buena fortuna. Por si o por no, la fiesta va igual. Las rachas buenas y las malas no son más que eso, rachas. Tarde o temprano se tienen que acabar.
El dos mil nueve fue un año complicado, de esos que muchos quisieran olvidar. Pero como en la vida, la miseria de muchos es la riqueza de unos pocos, no todos se quejan. Los que tenían, ahora tienen más. La crisis de las hipotecas sirvió para que naciera una nueva camada de ricachones de los bienes raíces. Qué le vamos a hacer. Así de fallado está el mundo en que vivimos. Tan loco está, que Obama, en medio de su discurso de aceptación del Premio Nobel de la Paz defendió la guerra como un medio para mantener la paz. Increíble. Lo que pasa es que el mejor negocio que se ha creado es la guerra, y en este país hay quienes lo saben muy bien. El festival de millones que se mueven es increíble y a la vez vergonzoso. Lo siento Barack, pero en esto no comparto para nada tu opinión.
Por más que quiera –cosa que en ningún caso es–, no puedo defender la necesidad de utilizar la fuerza para lograr nada. Por ahí leí que hacer la guerra para defender la paz es como fornicar para defender la virginidad. No tiene sentido. Es una chifladura. Aún siento que el sentido común debería ser el arma más poderosa. El respeto por el metro cuadrado del vecino y cosas por el estilo. De eso realmente se trata la vida, todo lo otro no es más que negocio. Sucio, pero negocio al fin y al cabo. Respeta y serás respetado.
Para el año que viene me gustaría que la crisis económica se acabara y volvieran las cosas a la normalidad. Eso y bajar de peso. Además, me gustaría que hubiese menos guerras. Que se acabaran las ocupaciones ilegales. Menos hambre. Menos enfermedades. Que los inmundos mercaderes de la miseria y del dolor nos dejen en paz para que disfrutemos un poco de la vida sin mariposas en el estómago. La avaricia de estos individuos y su poco respeto por la vida de los demás es la que tiene al mundo patas para arriba.
Ya no nos falta nada para que demos vuelta la página del calendario y entremos de lleno en enero, en el nuevo año. El primer mes ya está tocando a mi puerta. Ojalá que las cosas sean diferentes. El dos mil nueve no fue un período memorable, sin embargo tampoco fue una pérdida total. Creo que si saco cuentas, puedo decir que en general no fue un mal ciclo para mí y para mi familia. Tengo claro que en mi mente el año que viene debería ser mejor, pero cuando lo pienso detenidamente, mis conclusiones de este año, no son distintas a las del año anterior.
: : Toro, mono y marciano
Pero como les decía, soy tauro y justo en estos días el planeta Marte se pasea por mi casa astral. La ocho, para ser más preciso. Tengo más de una casa en las estrellas igual que todos los mortales. Así que soy toro, mono y por estos días medio marciano. Bien me parece, me gustaría poder poner todo eso en mi currículo. Suena de verdad impresionante. En una de esas me trae suerte, uno nunca sabe.
A los tauro nos encanta sentirnos seguro. Algo que hace tiempo no sucede. Con la crisis económica debo reconocer que he andado con las rodillas tiritonas. Pisando con más cuidado del habitual. Cuidándome de todo y de todos. Debo reconocer que no me agrada sentirme así. Es incomodo, molesto. Una sensación desagradable. Entiendo que los tiempos que nos ha tocado, principalmente a los muchachos de mi generación, no han sido fáciles. Si fuéramos vino, posiblemente se referirían a nosotros como una mala cosecha y nos venderían a muy bajo precio. Pero no por eso debo contentarme con esta sensación de inseguridad que camina conmigo por donde quiera que vaya.
Los tauro, según he leído por aquí y por allá, somos prácticos, decididos y de gran fuerza de voluntad. Puede ser. En algo me parezco a esa descripción. También dicen que a veces los tauro pueden ser demasiado rígidos, argumentativos, tercos, de ideas fijas. Ese sí que soy yo. Ahí sí que no me puedo negar. Cuando llamaron a los cabezas dura, yo era el primero en la fila, o por lo menos me encontraba dentro de los primeros, como para no exagerar. Por eso nadie me saca de la cabeza que las cosas pueden cambiar. Pueden mejorar. Es cosa de seguir adelante hablando de los temas que me preocupan y alguien va a poner atención algún día. No me rindo fácilmente, eso no parece estar en mí.
Como les decía, en la actualidad no me siento seguro. Siento como si caminara por un viejo puente colgante, de maderas podridas. Abajo, muy abajo corre un rio, es grande, pero desde la altura se ve delgado, insignificante. Debo seguir adelante con mi cruce ya que atrás no hay nada para mí, sin embargo, a pesar de que no sé lo que encontraré al otro lado del raquítico puente no me queda otra que seguir. No puedo parar. El vértigo que siento en mi estomago es fuerte. Debo cruzar este maldito puente, debo hacerlo rápido ya que si viene un viento fuerte me tumbará. El otro lado aguarda lleno de sorpresas. Quiero llegar allá. No quiero seguir aquí en el medio de la nada viendo como otros hacen fiesta en la mala suerte de los demás. No quiero sentir lo que siento, eso lo tengo más que claro en mi cabecita.
Creo en que cada uno edifica su propio destino en base a las determinaciones que toma en el día a día. Anoche conversaba con mi esposa de qué hubiese sido de mi si mis decisiones hubiesen sido otras. Eso nunca lo sabré. Tal vez estaría mejor, peor o igual. Tal vez ya no estaría. Quizás no hubiese conocido a las maravillosas personas que hoy llenan mi vida. En todo caso sí creo en que a veces lo oculto sabe más de nosotros que nosotros mismos. Desde la Prehistoria que al ser humano siempre le ha fascinado encontrar respuesta a sus inquietudes. Vivimos en una constante búsqueda de respuestas. El asunto es que según el zodiaco, soy toro, mono y por estos días medio marciano. Algo bueno puede que salga de todo eso.
: : Entre palos y cruces
Errar es humano dicen por ahí. El que esté libre de pecado que tire la primera piedra. Pero así no más es la cosa. No podemos hacer mucho al respecto. Es difícil aprender de los ejemplos me dijo por ahí un conocido. Los mortales sólo aprendemos cuando la embarramos hasta el fondo. Tiger debe estar seriamente arrepentido de su canita al aire. Se debe estar preguntando una y otra vez en que estaba pensando. Su güera y nórdica esposa no se la va a perdonar fácilmente, Tiger lo tiene más que claro y está sacando cuentas chequera en mano.
Pero así somos. Imperfectos. Corruptibles. Inconstantes. Nos caemos más de la cuenta en nuestro paso por el mundo de los vivos. Unos más que otros, pero al final nadie se salva. No aprendemos nunca de los ejemplos. Terrible.
Yo tengo claro que no soy perfecto. Lo acepté hace tiempo. No fue fácil. Nunca es fácil asumir los errores. Es cosa seria. Por eso es que en parte entiendo al pobre Tiger. No soy quien para juzgarlo y creo que por todo lo expuesto anteriorment hasta se lo pudiera dejar pasar. Lo que sí no no me puedo tragar fácilmente es la copa que me han servido mis amigos del Vaticano. Aquí sí que la cosa me pilla descolocado.
Sucede que estas nobles personas han difundido una declaración, luego de dos semanas, en donde dicen sentirse “avergonzados y consternados” por la forma en que actuó su filial irlandesa en los casos de abusos sexuales cometidos contra menores por sacerdotes de la archidiócesis de Dublín. Horror. Otra vez con lo mismo. Hasta cuando quieren seguir tapando el sol con la mano. Hay algo que está muy mal dentro de esta institución y al parecer no hay el menor ápice de cambio en su interior.
El gobierno irlandés criticó además la falta de cooperación por parte de las autoridades del Vaticano con la comisión que investigó los abusos, a pesar de que la solicitaron por escrito en 2006 a la Congregación para la Doctrina de la Fe, institución que presidió el propio Papa Benedicto XVI, entonces cardenal Joseph Ratzinger.
Hasta cuando seguirán pidiendo disculpas estas personas por sus terribles faltas. Me gustaría ver mano dura con los curitas que atentaron contra la ingenuidad de los menores que habían sido dejados a su cuidado por, lo más probable, devotos y confiados padres. Lo increíble. Es que después de todo esto, siguen creyéndose con autoridad moral para meterse en la vida de todas las personas abusando de su poder una y otra vez. Hasta cuando me pregunto yo. Ante estos abusos, lo de Tiger no es más que un desliz de verano.
: : Siempre listos
Hablando de agua en botellas y de estar preparados, más o menos cerca de Suiza (al menos en el mapa), un poco más al norte, empezó finalmente la cumbre del clima en Copenhague, Dinamarca. Bien me parece. De paso, Estados Unidos posee la economía más atractiva para los capitales y la perspectiva de nuevos negocios, seguido por Suiza y Dinamarca. Bien por ellos, pero volviendo a la cumbre, ojalá que esta vez se generen determinaciones serias y que los países asistentes las cumplan. Bueno sería. Como para variar digo yo, ya que últimamente las cumbres no han servido de mucho. Por ahora estamos todos a la espera. Pendientes de los resultados, ya que a todos nos afectan. Querámoslo o no. Así no mas es la cosa. Todos estamos en el mismo buque y ahora deberíamos empezar a remar para el mismo lado.
Aunque no lo queramos reconocer, cada tormenta es peor que la anterior y amenaza la propiedad en las pequeñas islas del Pacífico y en Bangladesh por la subida del nivel del mar. En el Caribe. La desaparición del hielo, el aumento de las sequías y las olas de calor, la reducción de disponibilidad de agua en el Mediterráneo, se espera una subida del nivel del mar de hasta siete metros por el deshielo de Groenlandia. Uuuff. La que nos espera.
El asunto del cambio climático es un problema serio y terriblemente verdadero, y no, las cosas ya no están como para seguir ignorándolo. Es necesario tomar medidas reales y ya. Para el año 2025, dos tercios de la población estarán atrapados en una horrorosa condición de desabastecimiento de agua potable. Asumámoslo de una vez por todas, esa situación será caldo de cultivo para más y peores guerras. El petróleo pasará a segundo plano, igual que como fue con el salitre, el oro y demases. De seguir como vamos, llegará el día en que no tengamos agua potable y, lo más probable es que las “grandes potencias” empiecen a invadir países donde hayan glaciares milenarios aduciendo razones de seguridad y de “libertad”. Por si no lo sabían, el sesenta y ocho por ciento del agua dulce existente en el mundo está en los glaciares y mantos de hielo, y como si fuera poco, un tercio de la población mundial vive en áreas con estrés hídrico, donde el consumo supera al abastecimiento.
En esta ocasión hablo del problema del agua relacionado al calentamiento global para ver si logro interesar a más personas en el tema. Esta cuestión tiene muchas aristas y por donde se le mire estamos mal parados en relación a lo que se viene. El mundo en que vivimos es cosa sería. Me parece extraño que nadie diga nada al respecto. Hay poco compromiso por las causas ecológicas en el planeta. Las personas, especialmente en este país, viven en una burbuja de desinformación. Hollywood se ha encargado de idiotizar a las masas con cintas entretenidas pero de bajo contenido intelectual. La idea es que la ciudadanía esté entretenida, no informada y mucho menos educada. La generación MTV está saturada de apatía y bulimia intelectual, esto es lo que han dejado las últimas décadas. Una lástima. Por mientras seguiré con mi botellita de agua en la mochila mientras pueda, pendiente de lo que sucede en Dinamarca. Ojalá que esta cumbre no sea otra pérdida de tiempo.
: : De turistas espaciales y palos de golf
La idea es diseñar un verdadero protocolo sobre cómo actuar ante un contacto con seres de otro mundo. Me parece algo genial. Admirable. Creo que en un momento tal debemos demostrar lo civilizados que somos. No vaya a ser que los visitantes de otras galaxias se lleven una impresión equivocada de los terrícolas, término que deben utilizar para referirse a nosotros. La iniciativa ya ha reunido suficientes firmas, unas cuatro mil para ser más precisos, lo que le permitiría ser llevada a votación ante el consejo municipal.
De ser aprobada esta extravagante genialidad, se establecerá una “Comisión de Extraterrestres”. Dicho organismo deberá estudiar qué mensajes debe ofrecer la humanidad a los alienígenas cuando lleguen a nuestro planeta, así como facilitar la más armoniosa, pacífica, mutuamente respetuosa, y beneficiosa coexistencia posible entre los seres humanos y los visitantes de otro planeta.
Mi preocupación es que algo tan serio como la bienvenida de estos visitantes no puede ser dejado en manos inexpertas, es algo que le correspondería posiblemente al departamento de turismo, ya que eso es lo que serían estos visitantes, turistas de inteligencia superior. Me los imagino visitando museos, monumentos nacionales o comiendo en algún restaurant de comida rápida. Estos personajes deben conocer el kétchup y los aros de cebolla. No dudo que la popularidad de las pizzas y del pollo frito de Kentucky haya traspasado las fronteras siderales. Bien por los cuatro mil ciudadanos de Denver que decidieron adelantarse a los hechos. Un prodigioso ejemplo.
En todo caso, el tema de la semana ha sido la infidelidad del golfista Tiger Wood hacia su blonda esposa. Regia ella. Mucho mejor que la amante según la opinión de muchos. ¿En que habrá estado pensando el deportista? Como pecas pagas hubiese dicho mi madre al ver como la esposa lo atacó con sus palos de golf. Los golpes deben haber sido precisos, sin embargo el mejor de todos ha sido el golpe que le ha dado a su cuenta bancaria ya que al parecer, las disculpas del tigre no fueron suficientes y ahora tendrá de desembolsar cincuenta y cuatro millones además de arreglar su contrato prenupcial favoreciendo de mejor manera a su amada esposa. Algo así sólo podría compararse con un hoyo en uno. El mejor palo que le pudo haber pegado al atleta. Supongo que Tiger lo pensará mejor la próxima vez que decida tirar una canita al aire.
Creo que lo de Denver es mejor que lo de Tiger, en todo caso ambas situaciones me demuestran lo bien encaminada que va la humanidad gracias a la prensa. Este tipo de noticias son las que más llaman la atención en los medios, todo lo demás, no es más que pelos de la cola. Bien por los denverianos futuristas, bien por la señora Woods. Mal por todas las cosas que de verdad son noticia.
: : Hay que ordenar la casa
No elijo a mis amistades por sus ideales políticos ni nada por el estilo. Tampoco por sus nacionalidades ni colores. Creo que en la diversidad está la gracia. Quienes no comparten mis opiniones hacen lo imposible por llevarme a su lado de la fuerza, el cual dan por sentado que no es el oscuro. Para eso, tapan mi correo electrónico con presentaciones de Power Point alarmistas sobre lo que será el futuro bajo la tutela de los demócratas y cosas por el estilo, o peor aún, me quieren convencer de que el calentamiento global es una farsa y de que los ataques contra los musulmanes son por el bien de ellos y para nuestra seguridad.
Los demócratas conquistaron el poder en las urnas pero no ha servido de nada. No han sabido gobernar. Debo reconocer que la maquinaria alarmista republicana ha sido eficiente. El lobby de las grandes empresas ha sido por lejos superior a los intentos por hacer las cosas bien y poner la casa en orden.
El representante demócrata Max Bausus llamó las cosas por su nombre y dijo en voz alta algo que siempre se ha sabido, el partido opositor se maneja a sus anchas utilizando la táctica del miedo. Son el lobo con piel de oveja que conocemos en las historias infantiles. Es terrible, pero algo debo reconocer, son organizados, ordenados e incesantes en su labor. No los para nada ni nadie. Un ejemplo, malo, pero ejemplo al fin y al cabo. Sin ir más lejos, un senador republicano afirmó el martes que la proyectada reforma al sistema de salud acortará la vida de los ancianos. Horror. Hasta cuando con las mentiras. Considero que, por el contrario, la reforma mejorará algunas prestaciones para las personas de la tercera edad. En fin.
Creo que la política es sucia, y si tuviera un centavo por cada vez que he escuchado a alguien decir lo mismo ahora sería multimillonario. Pero por sucia que sea, uno no puede darse el gusto de no opinar. De no pelear para que la cosa cambie. Será idealismo o simplemente ingenuidad, pero hay algo dentro que no me deja tranquilo. No me gustan las injusticias, y este mundo en que vivimos está repleto de ellas. Una lástima.
Pero no sólo acá vivimos la ambigüedad de los políticos, ya que por ejemplo, hace una semana el primer ministro israelí Benjamin Netanjahu anunció que cesarían las construcciones de viviendas en las tierras ocupadas de Cisjordania. Hoy, este mismo gobierno aprobó la construcción de 84 edificios en la misma zona. Nadie hace nada, nadie se queja. Todo el mundo mira hacia otro lado y dejan que la cosa siga igual. Me van a perdonar, pero no encuentro que esta manera de hacer política sea correcta. Estados Unidos es el aliado principal de Israel, por eso no dice nada ante estas constantes faltas de respeto.
Al parecer a nadie le interesa la paz. Me refiero a los políticos, ellos claramente tienen sus propias agendas. Mi vieja decía que en el desorden es donde los pillos encuentran su ganancia. Como de costumbre, la vieja tenía la razón. Este desorden es una constante, no sólo aquí, sino también allá y por donde se mire. Gardel cantaba que el mundo fue y será una porquería, y también estaba en lo correcto.
¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!... ¡Ignorante, sabio o choro, generoso o estafador! ¡Todo es igual! ¡Nada es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor! No hay aplazaos ni escalafón, los inmorales nos han igualao. Si uno vive en la impostura y otro roba en su ambición, ¡da lo mismo que sea cura, colchonero, rey de bastos, caradura o polizón!... Esto es sólo un extracto de la letra de Cambalache. Este bello tango, escrito por Enrique Santos Discépolo en los años treinta hoy parece de una violenta actualidad. Los clásicos nunca pasan de moda.
: : El cuento del equino de palo
En esas condiciones de bajón anímico, los griegos no tenían por donde ganar la guerra. Sucedió entonces que Odiseo se puso a mirar al cielo. Debe haber estado pensando cómo salía de esta. Buscando alguna señal, y la encontró. Vio como un halcón perseguía a una paloma con claras intenciones de comérsela. Pero la paloma logró llegar a un refugio y se le escapó. Pero el halcón no se quedó con las ganas. Fue paciente. Revoloteó un rato por encima del escondite de la pichona que miraba al cielo asustada y finalmente se posó lejos de la vista de su presa. La sisella al ver que su perseguidor se había ido... salió. Craso error. El halcón salió de su guarida y la casó. Odiseo se dijo entonces, “hay que ser astutos para conseguir la victoria”, regresó a su cuartel general y mandó a construir el Caballo de Troya.
Como los griegos sabían que los troyanos eran devotos creyentes de Atenea, a un lado del equino de palo escribieron una leyenda que decía que éste era una ofrenda para su diosa. Redonditos cayeron los feroces troyanos en el ardid de sus rivales.
La Ilíada y la Odisea son de esos libros que disfruté mucho leyendo cuando niño. Desde entonces no lo he vuelto a tocar, sin embargo nunca se me olvidó esta leyenda. Una belleza. Me pregunto si en la actualidad podría ganarse una guerra usando una treta como ésta. Lo dudo. Los tiempos han cambiado. Ya nada es igual. El mundo no es el mismo.
Ayer me encontré con la noticia de que en tres años más se pretende retirar a todas las tropas de Afganistán. Dar por finalizada la misión militar. Asumir que esa guerra no da para más. Pero antes, se mandarán treinta mil soldados más dentro de los próximos seis meses. En la noche me lo confirmó el mismo presidente en un bien preparado discurso. No puedo dejar de pensar que todo este cuento de la guerra, incomprensible por cierto, no es más que un gran jamelgo de madera terciada que se ha utilizado para ocultar los propósitos reales de algo que fue planeado por un manojo de individuos cuyos intereses egoístas no tienen nada que ver con las razones que nos han vendido para aceptar tamaña incursión. La guerra esta no ha sido más que una treta para que un grupo de personas hicieran más dinero.
Al parecer siempre termino hablando de este tema, y me parece que hay que hacerlo. La avaricia, la codicia de algunos, los intereses mezquinos de unos pocos manejan las vidas de todos los demás. Es un mal chiste. Ninguno de los caídos en estas incursiones bélicas ha sido miembro de las acomodadas familias de estos seres. Todo lo contrario. Las carnes de cañón han sido jóvenes humildes, algunos ilegales. Personas de clase media hacia abajo que esperaban algo mejor para sus vidas creyendo en las mentiras que las fuerzas armadas utilizan para convencerlos de prestar sus vidas por la defensa de los ideales libertarios que nos venden en la televisión. Si algún día cualquiera de mis hijos decide servir en las fuerzas armadas, respetaré su decisión, pero mi corazón sufrirá tal y como sufro hoy de saber que el presidente no ha cumplido con nada de lo que ofreció.
El presidente Obama amarró su decisión a la promesa de que para el 2011 las tropas comenzarían a regresar a casa. Lo anunció desde el lugar más simbólico que encontró. Me van a perdonar, pero este caballito de Troya no debería usarse en casa sino fuera de ella, para ganar algo en verdad y no para seguir invadiendo las mentes de los norteamericanos con cuentos infantiles. Cada día que pasa me siento más defraudado por este gobierno. No comulgo con la manera débil en que la presidencia negocia todo con su contraparte, jugando con los votantes, persiguiendo mantener alta la popularidad y salir ilesos. Fue bonito el discurso. Pero al final fueron solo eso, palabras bonitas. Vacías y engañosas. Ambiguas. Poco especificas. Triviales. Un caballo de Troya para despistar y conquistar las mentes de los televidentes. No fue para esto que voté.