No se han fijado, pero el aire de la ciudad esta
irrespirable. La cosa está fea. La nube que se cierne sobre nuestras cabezas
como un feo sombrero, es oscura, densa y mal oliente. Todo comenzó cuando se
destapó la olla en el caso Penta. Pero por suerte para nosotros los humildes
mortales, tenemos fiscales que están viendo de que paguen los malandras que han
hecho lo que han querido con nuestra querida democracia.
En miras a limpiar el enrarecido aire de la capital, Zalaquett
(UDI), el ex diputado Cardemil (RN), el tío Jovino, Felipe de Mussy (UDI) y el
niño Moreira (UDI) fueron formalizados por sus boletas truchas. Bueno, no
todos, ya que a Cardemil le dieron otra fecha.
Eso sabíamos que iba a pasar, lo que no sabíamos era que la
Fiscalía solicitaría medidas cautelares para Zalaquett y Novoa. Eso debe ser
porque estos chiquillos son un peligro público. No sé yo, no soy abogado. Lo
que no me convence es que no se haya pedido el desafuero de Moreira y de Mussy,
ellos no deberían seguir donde están. Bueno, lo importante es que ojalá, la
cosa no pare aquí.
Para que el aire capitalino se limpie hay que sacar todos
los elementos contaminantes. Hay que modificar los viejos y limitantes
estatutos constitucionales. Hay que meter presos a unos cuantos delincuentes
que no paran de contaminar. Hoy le tocó el turno a los Aliancistas, quiero ver
como se pone la cosa cuando les toque a los otros.
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