: : Los aullidos de un gran poeta


(Articulo, agosto 2006)
Irwin Allen Ginsberg fue sin duda una de las personalidades del siglo XX, el poeta que halló el tono definitivo de la poesía norteamericana, un poeta que dejó su marca en la literatura contemporánea.
Portavoz de la Beat Generation de los años cincuenta, cantor de la América underground y voz de vagabundos y marginados, Ginsberg escribe en la tradición de Walt Whitman y William Carlos Williams.
Su poesía informal, discursiva, incluso repetitiva, saturada de inmediatez, honestidad y explícito contenido sexual a menudo tenía una cualidad improvisada.
Ginsberg tuvo una activa participación en grupos que se opusieron a la guerra en Vietnam, se asoció al Movimiento por los Derechos Civiles y dio su apoyo a todas las organizaciones defensoras de la libertad de expresión. Las minorías étnicas, sexuales y religiosas hallaron en él una voz solidaria dispuesta a hacer del compromiso una razón de vida, claramente, su talento e ideas le permitieron compartir amistad con otros reconocidos talentos de la época como Jack Kerouac, Neal Cassady, William S. Burroughs, Gregory Corso, Herbert Huncke, Rod McKuen y Bob Dylan entre otros.

La poesía de Ginsberg
Su poesía estaba muy influida por el modernismo, el romanticismo, el beat y la cadencia del jazz, además de por su práctica del budismo Kagyu y su origen judío. Se consideraba heredero de William Blake y Walt Whitman. La potencia de sus poemas, sus largos versos y su exuberancia del Nuevo Mundo reflejaban la continuidad de la inspiración que reclamaba.
Su principal obra, "Howl" (Aullido), es muy conocida por su frase de apertura: "He visto a las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura". La obra se consideró escandalosa en el momento de su publicación por la crudeza de su lenguaje, que es a menudo explícito. Poco tiempo después de su publicación en 1956 por una pequeña editora de San Francisco, la obra fue prohibida. La prohibición fue un caso célebre entre los defensores de la primera enmienda de la Constitución estadounidense; fue anulada después de que el juez Clayton W. Horn declarara que el poema poseía importancia social redentora.
Con Aullido no sólo comienza un momento en la literatura norteamericana, sino que también se inicia un nuevo estilo de composición. Ginsberg dice que él sigue el modelo de Kerouac y que su objetivo es calcar en la página los pensamientos de la mente y sus sonidos. Ésta debe ser comprendida como la “escritura de la mente”.
Aullido, según su propio autor, fue construido como una letrina de ladrillos, parte por parte, dentro de una estructura rítmica que se desarrolla y crece continuamente en sí misma.
En sus escritos y en su vida, Ginsberg defendía la libertad y la autenticidad. Muchos de sus poemas son extremadamente sinceros y directos. Por ejemplo, en "Kaddish" describe la locura de su madre en términos claros. En "Many Loves", describe su primer contacto sexual con Neal Cassady, que fue su amante y amigo. Alguno de sus poemas posteriores se centra en su relación con Peter Orlovsky, su amante de toda la vida a quien dedicó “Kaddish and Other Poems”.

Ginsberg el amigo
En los años setenta fundó junto a Anne Waldman una escuela de poesía alternativa fuera de los ámbitos tradicionales de enseñanza, un sitio donde los poetas pudieran transmitir su experiencia. La llamó “The Jack Kerouac School of Disembodied Poetics”, un claro y sincero homenaje a uno de sus grandes amigos de la juventud. El objeto de esta escuela no era sólo difundir aquellas estéticas que no hallaban un lugar en la universidad, sino actuar como centro de oportunidades laborales para muchos poetas y escritores que eran marginados del circuito académico.
Ginsberg recibió premios, honores, becas, pero también fue una de las fuentes de mayor energía imaginativa de esa comunidad de mentes lúcidas conformada por los beats. Su generosidad no conoció límites, tanto así que en sus últimos días de vida, ya agonizante, dedicó horas de su escaso tiempo para hablar con sus amigos por teléfono para preguntarles “¿Necesitas dinero?”

Los Beats
La escritura de los Beats emergió en una época en que la literatura norteamericana, según Paul Hoover, estaba caracterizada por un exceso de decoro y formalismo. Ellos encarnaron una actitud poética antiintelectual y antijerárquica, en la que la búsqueda de visiones y revelaciones no está reservada sólo a aquellos que pueden darle expresión literaria o artística, sino que debe ser compartida por todos los que rechazan el pasado y el futuro por igual, por todos los que se rebelan contra toda forma de autoridad u organización social, por todos aquellos que desean aguzar sus sentidos para enriquecer su propio diálogo con la existencia. Ellos no deseaban controlar la naturaleza, los eventos o a las personas. Sabían que vivían en un mundo que se encaminaba a su propia destrucción y que eran necesarias respuestas renovadas. En este proceso que se sucede dentro de los extendidos y difusos límites de lo que se llamó Movimiento Beat, toda forma de conocimiento que permitiera ampliar las fronteras de la percepción fue aceptada. Los beats contemplaron al mundo de una manera diferente a partir de sus lecturas de textos pertenecientes a la tradición del Budismo-Zen, de su creencia en que la interacción de distintas concepciones religiosas conformaría una nueva conciencia espiritual, de su reconocimiento de las culturas indígenas y de sus experiencias con alucinógenos, entre otras cosas.
Todos quienes formaron parte de lo que en la actualidad se reconoce como el Movimiento beat o generación Beat, cultivaron en sus discursos distintos grados de diversidad estética, desarrollaron poéticas reconocibles; para ellos las tendencias estéticas, como las lenguas, no se imponen unas a otras: traducen, se integran, colaboran, realizan prestámos, y en este contexto recrean la significación lingüística.


Yo no soy


Yo no soy una lesbiana aullando en el sótano
amarrada a una telaraña de cuero
no soy un Rockefeller sin pantalones infartándose
en la gran cama rococó
no soy un intelectual ultra estalinista marica
no soy un rabino antisemita negro sombrero
barba blanca uñas muy muy sucias
ni soy el poeta en la celda de la cárcel de San Francisco
apaleado en vísperas del año nuevo por los cobardes
lacayos de la policía
ni Gregory Corso Orpheus Maudit de estos Estados
ni ese maestro de escuela con un maravilloso salario
Yo no soy ninguno que conozca
de hecho sólo estaré aquí 80 años.



Iglesia de San Clemente, 7 de marzo de 1983


Una poesía pública


El hecho es que los rusos son maricas
y los chinos también, son grandes maricas amarillas
Los norteamericanos maricas por naturaleza
huyeron hacia el Nuevo Mundo a reventar indios
ahora vamos a permitir que una compañía carbonífera
ocupe sus territorios
Somos tan maricas que explotamos bombas atómicas
sobre los japoneses

Yo mismo soy un marica famoso, hay que serlo para reconocer a otro
y sé que el secretario de estado XYZ es un delicado marica
le dió sus monedas a las Juntas asesinas de indígenas en Guatemala
demasiado asustado para mirar en los ojos de los Escuadrones de la Muerte
en el Salvador
gritando sobre la amenaza que representa la pequeñísima Nicaragua
para el desnutrido México
El presidente ABC es el más grande de los maricas
Hollywood es marica
La Corporación Bechtel es marica
Maricas como éstos les entregaron 200 billones a los patoteros del Pentágono
pues temían ser apaleados si no les permitían a los Generales apoderarse
de todo el dinero
Y el público norteamericano también es marica
Tiene miedo de que si no da todo lo que tiene en el bolsillo
al Departamento de Defensa
los hombres musculosos del Pentágono y los guapos de la CIA
fajarán al Congreso y a la Corte Suprema
y se adueñarán de todo el Bloque Occidental.

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