: : OTROS POEMAS

:: Duermes en mí

Una alta muralla me separa de tu sonrisa
y de paso seca la mía.

Duermes en mi
un plácido sueño de princesa
que descansa en la poesía.

Tu canto dulce de doncella
resuena en mis oídos.
No sales nunca de mi mente.


:: El tren azul

Una colección de almas bailando en paz sin reflejo
en el lugar donde ya no hay profetas ni convicciones,
el lugar en donde ya no hay dudas sobre las nubes.
Pienso que eres especial, sin un dios en tu rincón.

El tren azul fluye en la sala donde la imaginación vuelve
nuevamente, flotando en suavidad.
Llegará algún día algo diferente y una cortina se bajará,
pero sé que me encontrarás en tu caminata vespertina
sangrando vida para compartir.


:: Esperando en una playa vacía

Ahí vas nuevamente, sentada en la oscuridad.
Muchas veces traté de hablar, pero tú no me veías.

De rodillas busco respuestas
­– Trato de creer –
Pero termino con la fe mustia y perdida.

No hay nada más que decir, descansando entre las sombras,
sonreímos con nuestros corazones vacíos y destrozados.
Tú bien sabes que preciso volar.

Hay una parte de mí que se encuentra alejada de tus sentidos,
perdida en otro mar, esperando en una playa vacía.

Ahí vas nuevamente, sentada en tu miserable oscuridad.
Ya no estoy tratando de alcanzarte.
Esta vez no estoy tratando de hablar.


:: Quizás pueda decir mil veces

Quizás pueda decir mil veces “te amo”
pero cada vez es como el primer día
entregado a la luz tenue de la gala
que no hizo uno por primera vez.

Quizás pueda decir mil veces “te amo”
pero mis palabras se debilitan ante ti
que ocupas mis espacios interiores
convirtiéndolos en hogar de tu alma.

Quizás pueda decir mil veces “te amo”
pero se que no hay palabras que expresen
verdaderamente lo que siento.


:: Soy el cautivo

He visto a muchas mujeres desnudarse delante de mí,
pero tú, efigie pura de madre y compañera
zanjas por completo mi sensatez
entregándola para ser arrasada por la noche.

Subo a tu encuentro cual lactante que busca el pecho
en medio de la penumbra de la tibia morada.
No soy más que el cautivo amigo que de ti espera el pan
y que por ti entrega el alma.


:: Un beso en blanco y negro


Un beso en blanco y negro.
El ojo de la cámara descubre
un esbozo de sonrisa en tu cara
entonces te digo
que no es delito
sonreír en la vía pública.

La inaudible canción de las aves
suena en algún lugar lejano
mientras
la defensiva obsesión de
emigrar a una ciudad europea
va muriendo por asfixia.

Por razones de seguridad
busco consentimiento para tomar tu mano
a vista y paciencia
de todos quienes nos rodean.
Esa peculiar experiencia se convierte
en un eterno momento de paz.

No eran los actos registrados por la cámara
los verdaderos
sino más bien simples afiches de moda
en el metro de Madrid.


:: No parking any time

El lóbrego individuo de la eterna sonrisa
Camina con paso lento en dirección a la Alameda.
La fresca mañana aún tiene luna,
Así como la escondida sonrisa tiene un dolor.
Un salto para alejarse de las almas muertas
Corriendo lejos, muy lejos del cementerio
Entre el mar y la nieve encerrado
Desvalido y desgarrado preparando el camino –
El único posible ante la cansada mirada del sol.
Las calles sucias se hacen poesía
La apática afectividad no hace eco.
La tierra prometida no existe
La realidad no es más que una tragicomedia
Algo más bien creado por Woody y no por God.
El oscuro individuo con la sonrisa apagada
Quisiera poder caminar desnudo al patíbulo
Pero hay reglas que no se lo permitirán.
Las almas cansadas y destruidas
Se ahogan en el nudo de sus corbatas
Las almas negras florecen
En el lento camino hacia la Alameda.

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