: : TRAVELS


Estos poemas fueron escritos entre 1989 y 1999 y publicados en 2003.












:: Dentro del frío cuarto

1
Dando vueltas en círculos,
parto desde Gray con dirección a Falmouth,
pero una vez más
termino bebiendo en la vieja taberna..

Dentro del frío cuarto, antes un simple infierno,
Siento que ya no puedo dar pie atrás,
a orillas de un acantilado.

Vuelvo siempre al punto único y triste de la partida,
donde quedó olvidada mi vida y mucho más.
Muy tarde llegó la cordura a las puertas del suicidio.
Sólo Dios sabe lo que ha de venir.

Entonces cruzo el viejo puente.
Nadie sabe donde me encuentro.

Rostros de extraños semblantes
me regalan ingenuas sonrisas de compasión.
Rodeo entonces lentamente el parque como buscando algo.
Un tesoro oculto tal vez.
Las blancas cortinas van consumiendo lentamente mis ojos,
mientras las horas pasan.
Sólo me queda pacientemente esperar.

Son sólo payasadas todas estas cosas acumuladas en mi cabeza,
y que rara vez parecen tomar sentido alguno.
Son tantos pensamientos singulares, que ya no entiendo.
Oigo entonces – como Polanski – acercarse al camión de la basura.

2
Dios no se encuentra en casa, ya no responde al llamado.
¡¿Hay alguien ahí?!
Santos, los maldigo a todos con toda mi rabia.
Deberían estar aquí conmigo, sentados y hablando.
Espero que todo esto pase pronto.

Gracias les doy a los amigos (verdaderos), quienes a veces escriben,
pero peor es nada, por ahí dicen.
Algo en mi interior se vigoriza y salgo a enfrentar la mañana.

City Lights esta muy lejos, on the corner of Columbus Ave.,
pero nada puedo hacer al respecto por ahora.

Denme paz por unos instantes, imploro desde mi lecho.
Sí, aquí mismo,
en donde los residuos de vida aparecen en medio de una erección.
Entonces corro y me escondo buscando consuelo
– como cuando éramos niños –
invito a una mesera a beber conmigo y me ir en mis pensamientos.
Nada parece tener sentido.

Ahora sólo quiero llorar.

3
Todos fuimos unos ingenuos artesanos de la melancolía,
lo poco que logramos no fue suficiente para mantener viva la esperanza.
Oíamos el río correr caudaloso, llevando consigo la nieve al mar,
Mientras unos a otros nos pasábamos tantas mentiras como podíamos.
Hoy no queda nada de eso...

4
Un maldito día de mayo me entregué callado a la pesadilla.
Ahora sólo me queda seguir.

Veo en las fotos sonrisas escondidas hasta quien sabe cuando.
Zafarse de todo es la consigna.

Muero cada vez que sale el sol. Ante mi se ha perdido la alegría.
Sólo Dios sabe lo que viene.

Termino en medio de la rutina, en una hermosa celda con vista al mar.
Raro parece todo cuando busco, mientras entre olvidados símbolos,
– incienso, jazz y cinturas –
nada parece tener sentido alguno.
Los momentos han quedado olvidados en algún lugar de Maine.

Brazos caídos, mirada perdida
– entre bosques y un millón de orgasmos –
Busco labios donde esconderme, iluminados por un solo beso.
Entre eclipses de luna, nada es lo que parece ser.
Días enteros paseando solo, respirando el aire del norte,
en esta embriagadora realidad extraña.
Nada te puedo ofrecer ahora.

Se van acumulando en la memoria los organismos enfermos de cáncer,
uno a uno los voy sacando – lo juro –
hasta el ventanal de la residencial.

Primitivo y lleno de proyectos, ocupo al máximo los recursos,
respirando con más rabia los amaneceres, tus labios y tu cintura.
Los bosques se incendian en mi mente. Arden perdidos, como en una hoguera.


:: El mar, siempre el mar

5
Calma la noche del viejo puerto,
Boston, Providence y el mar, siempre el mar...

En medio de la ciudad –infame–, allí donde el destrozado corazón
lanza un gemido que nadie escucha.
Mario Le Chat, salta de un sillón a otro, alegre y sin mayores preocupaciones.

La maravillosa ciudad de ladrillos rojos,
siempre atlántica y juvenil, aguarda quieta como una dama.

Ni un solo sentido despierta oculto y silencioso
con aires de consuelo y sin prisa.
Se que hay quienes simplemente mueren en el olvido de la distancia.
Desde un punto neutro el Creador simplemente ignora
lo que su corazón susurra.

6
Vida y más vida en el bosque de inviernos cargados de hielo.
El lago espera tentador el verano y los juegos de noche entre la niebla
oscuros, desordenados y reales.

Puedo sin embargo unirme a la búsqueda
entre escritos pestilentes, ridículos y faltos de gracia
tocando las fibras gastadas, ocultas entre las sombras.

Busco y busco y no me canso.
¿O será que no estoy viviendo?
Salgo entonces a contemplar la vida
tratando de dar a la película ojos y oídos reales
nunca vistos en este subterráneo.

Podría ocultar mis emociones, riendo alegre entre desconocidos
o entregándome a paisajes colmados de verdes, azules y amarillos.
Invasor entre los sajones deambulo en el espacio vacío
envuelto en sábanas sucias, no compartiendo nunca lo humano,
cansado de escribir historias en medio de la nada.

7
Y acepto el reto callado de la mañana.

El hombre de mis textos
lacónico e imaginario no me habla.

Modero los recursos lo más que puedo,
arrojando piedras desde el puente, resuelto
a resolver el complejo dilema.

Salgo de la gran ciudad incógnito e invisible,
entre los desnudos sentidos ya perdidos
marcados tristemente con una pesada cruz
que no siento mía.
Acepto el riesgo constante en medio del bosque olvidado.

El hombre de mis textos
lacónico e imaginario parece estar muerto.

Muevo lentamente las piezas del ajedrez que he elegido
buscando refugio al lado de mi madre.


:: Cemento y ladrillo

8
El Lower East Side me acoge
Como amigo y no como forastero.
Entre museos y vida yo también vivo.

Entre cemento y ladrillo, la vida empieza a tomar sentido.

La nostalgia de los tiempos mejores ocultos en melodías de Sinatra,
mientras Woody, de juerga los lunes, entrega jazz a manos llenas.
Recibo y recibo y no me canso.

Escondo la pena bajo una boina.
¿Acaso nadie se da cuenta?
Sólo puedo llenarme hasta el rebalse, tratando de no importunar.

Si acaso todo esto fuera un sueño,
incluso la peor de las pesadillas,
desearía soñarlo de nuevo en cualquier estación.
Me agrada entregar mi savia en sus calles y en sus oficinas.

9
Algo extraño sucede cuando hablo conmigo, contigo o con ustedes,
será que Manhattan embruja, gozando la mente con gran fuerza
entre bocinas, humo y prostitutas.

Calles con olor a orina, fuertes y violentas,
odio el no poder encontrar un rostro familiar.
Manipulo todos mis pensamientos, ocultando de lleno la lucidez.

10
Algo me estimula desde adentro, mientras una mujer coquetea,
perdida en su propia miseria gastada de alcohol y tabaco,
o tal vez sea algo aún peor.

Ahora prendo incienso para estimular los sentidos.
Nadie encuentra consuelo obsesionados por el poder.

Cargados a más no poder, en orgías que nunca acaban,
vamos matando a todos los testigos o al menos eso creemos.

Un fraude es todo lo que nos rodea, oscurecido por sus propios vicios,
rasgados por la fatalidad tratamos de aclarar nuestros pensamientos.
Sabiendo que la demencia trata de acabarnos lentamente.
Entre irreales sueños despiertos rayamos todo lo que podemos
ocultándonos entre la multitud.

11
Escapo de nuevo a Broadway, nunca encuentro lo que busco,
trato de encontrar direcciones riendo como los tontos...
Esta ciudad está sorda.

Musas, vengan para violarlas, urgido por el estrés de los horarios,
saco de mí kilos de rabia equilibrando un poco mi ser...
Oigo acercarse un tren...
Subiré.
Y camino y camino...

12
Vale de algo tanto cuestionamiento, ignoro para que sirva todo,
doy gracias de poder respirarlo... aunque todo sea una mentira.

Ya sabes que no estoy bien, o quizás te lo imagines.

Tengo mucho que contarte a pesar de que luego lo olvidaré.
Más mentiras y sigo enfermo, vomitando sobre todo lo que encuentro,
incluso en la gorra de un inocente conserje, escupo en las vitrinas,
no creo que nadie se moleste.

Vaya, vaya, en qué ha quedado todo.
Isabel ya habrá olvidado mi nombre.
¿Valdrá la pena recordarlo?
Horacio, Correa y Michel también.


:: Manhattan suena fuerte a mis pies

13
Caminando, Hudson River o Battery Park.
Church St. Y City Hall. East Hudson,
Greenwish Village y el Soho. Encanto y poesía.

Como sacado de un largo sueño, alentado por el calor de la mañana,
Manhattan suena fuerte a mis pies.
Incógnito recorro lugares conocidos, New York sigue igual.
Adjunto a la melancolía sentimientos no menos reales que la vida,
dando saltos entre charcos, ocultándome al atardecer.

Hasta mí llegan desde lejos cargamentos de alegría,
donde el dolor ha dejado sus huellas, solo para recordarme que he vivido.
Oigo pasar las horas y los días. Nietzsche y Vian en el velador.

Río entre sombras y silencio, ingenuo y pacifista,
viendo la lluvia caer con rabia entre las avenidas y los circos.
Reprimido por cuatro paredes blancas.

Orientarse ya no es un problema.

14
Busco entre papeles revueltos algo que me saque del pozo.
Tu foto o alguna cosa clavada como como un puñal en mi cabeza.
Escucho tu voz. Estás tan lejos.
Me río al escucharte al otro lado del teléfono
Yesterday se llena de sentido.

Parado espero por el próximo bus y fumo,
a pesar de saber que no me hace bien.
Reconozco que mi lucha no tiene sentido.
Soy un Knight desconocido por Arturo.

Camino por el cielo entre sueños, hay escenas y carnavales ocultos,
una misión de reconocimiento, relaciones extrañas en las tinieblas,
confirmando a diario las malditas reglas del sufrir.
Hoy escapo una vez más en silencio.

15
Espero callado en el fondo del salón.
En ciudades llenas de abrigos que inician la mañana con café.
Tardío llego al encuentro y entonces espero, again.

Hoy quisiera estar contigo, lo mismo que ayer.
La noche es eterna en la distancia.
La noche es siempre eterna.

Es que no he podido hallarme.
Algo adentro se encuentra perdido.
Sólo vivo cuando estoy contigo tocando el cielo de tu mano.

Hay algo pasando al mismo tiempo,
mundos iguales y a la vez distintos.
Dos estaciones que convergen sobre la inmensidad y hacia el hombre.
Obtengo el diploma al más necio, negando el cielo nocturno.

16
Gracias por estar presente, riendo mientras mi corazón llora.
Entre gentes ciertamente distintas en medio de la simple contemplación.
Nada pasa mientras espero, Watson no está para aconsejarme.
Igualmente tu ausencia cala honodo en medio del nacimiento.
Hay algo que me dice que falta menos.

Viajo simultáneamente inquiriendo en cada segundo
lo oscuro de las motivaciones serenas, la última y a la vez la primera.
A media tarde almuerzo en los chinos, gracioso el eterno pasajero,
Experimento una y otra vez.

Y busco la motivación oculta.

17
Sólo bebo el trago amargo, oyendo aquello que no veo acercarse,
huyendo a esconderme en callejones oscuros y pestilentes.

En la ruta sagrada del valle navego a travpes de diversos espacios
cargando el tiempo de formas, alimentando con mi vida la mañana,
nutriéndola con todo mi ser.
Te extraño más de la cuenta o será que converso con lo imaginario.

Como del germen delirante.

Pertenezco al cemento y a la niebla,
será tal vez que nunca me he creído el cuento.
Entre hadas, hechizos y maldiciones, sigo creando mi propia atmósfera.
Irreal y seco, ciertamente romántico, algo me dice que va faltando menos.

No hay comentarios.: