: : Cosas que decir

Hace varios meses dejé de escribir. No por falta de ganas sino de tiempo. El tiempo es de esas cosas que se nos escapan de las manos rápidamente, igual que el dinero. Generalmente está gastado antes de que nos llegue. Bueno, debo reconocer que eso no es algo que le pase a todo el mundo, sin embargo la mayoría de las personas posiblemente se puedan identificar con ese ejemplo. La cosa es que de repente me quedé sin tiempo para nada. Mentira, algo de tiempo me quedaba, pero las ganas de escribir, o mejor dicho las fuerzas como para hacerlo después de largos días de trabajo eran pocas y así como así dejé de escribir.

Ahora que lo pienso, puede ser que no haya tenido mucho que decir. Eso también sucede a veces. Uno se queda en blanco. Por otro lado, que tal si el problema no fuera ese, sino que talvez no era agradable lo que tenía para comentar. Mi madre decía que si no tenía algo bueno que decir mejor no dijera nada. En una de esas por eso calle todos estos meses. Me quedé sin cosas buenas que decir. Puede ser, por qué no.

Es triste no tener algo agradable que decir de algo o de alguien. Es triste por uno, y más triste por el otro. Debe sentirse feo que nadie tenga algo bueno que decir de uno. No soy santo, así que estoy seguro de que por ahí hay quienes no tienen nada bueno que decir de mí. Triste por ellos, jajaja. Esa fue una bromita mía. Ahora entramos en el tema de las apreciaciones. Por ahí dicen que todo depende del cristal con que se miran las cosas. Las apreciaciones al final dependen de muchos factores. De hecho está claro que no son pocos quienes piensan de manera distinta a la mía. Sin ir mas lejos, mi madre no compartía todas mis ideas, mi padre tampoco, sin embargo ellos me enseñaron que lo que importaba era tenerlas. Me dijeron que no me quedara con una sola opinión sino que sacara mis propias conclusiones. Que no repitiera como loro ideas de otros sin habérmelas cuestionado primero. Un profesor en la universidad me dijo una vez que era sano y saludable dudar. Les he hecho caso.

Puede ser por eso que estos meses guardé silencio. Talvez en verdad no tenía nada bueno que decir de nada ni de nadie. Puede ser, quien sabe. Puede que sólo haya sido flojera. Quien sabe si en verdad me había quedado en blanco o realmente no tenía tiempo. En una de esas fue un poco de todo.

La cosa es que estoy escribiendo de nuevo, primero porque tengo el tiempo de hacerlo ya que las cosas están lentas en la oficina y segundo porque quería hacerlo. El calor de estos últimos meses no ha sido para nada agradable, y como olvidar los fríos excesivos del invierno pasado. Aunque no sean pocos quienes no lo quieren reconocer, el clima cambió para siempre. A reciclar se ha dicho. A ver si comenzamos a cambiar los hábitos en pos de un medioambiente más limpio y puro. No diré nada malo de los señores de BP, sin embargo sigo esperando que alguien tenga una solución para el problema del Golfo.

Que me dicen de la Ley Arizona aplicada aquí en la Florida. Horror. No diré nada de eso tampoco, ni hablaré de las personas que lo apoyaron ya que no tengo nada bueno que decir de ellos… guardaré silencio mejor.

Cambiando de tema, una lastima que Argentina se fuera del mundial, pero que le vamos a hacer, a veces los equipos no están para más. En todo caso no es fácil entrar a la cancha a enfrentar a un tremendo equipo y sin entrenador.

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