: : Existo, luego pienso

Parece que la anhelada reactivación está llegando. Como una brisa fresca vuelven a aparecer los clientes que se encontraban agazapados dentro de sus caparazones como los caracoles. Algunos no sobrevivieron. Ha sido larga la espera. Pero los que lograron capear el vendaval ya empiezan a dar señales de vida. Tímidas. Pero algo es algo. El intercambio comercial de bienes y servicios comienza nuevamente a florecer. Esperemos que la buena racha se mantenga por algún tiempo y que nos salpique a todos.

Esta semana ha sido especial en muchas y variadas maneras. Por ejemplo hoy es once del once. Una amiga dijo que a las once hay que pararse y reflexionar. Mística ella. La verdad es que no se pierde nada. He aprendido que lo que no mata engorda y quién sabe si resulta. Vivimos en un mundo que es energía pura. Porqué no pensar que esta energía tenga momentos especiales de mayor concentración. Todas las creencias se basan en algo, vienen de alguna parte. Lo importante es creer, tener fe. Una vida sin creencias debe ser aburrida, o tal vez no, no debemos olvidar que ahora tenemos el Wii.

Con más frecuencia de lo que uno podría pensar saltamos a emitir juicios. Todos los que no piensan como uno están equivocados y viceversa. Una maravilla. Quién sabe, en una de esas estamos todos equivocados y a la vez en lo correcto. Nadie tiene la razón, y todos estamos bien. Cada verdad es absoluta y poderosa en sí misma. Todo depende del cristal con que se mira dirán por ahí. Eso de los refranes populares es un encanto. Para todo hay uno.

Los druidas, los incas, los mayas, los aztecas, los esquimales, los navajo, los seminoles, los mapuches, todos ellos tenían algo en común. Su amor por la naturaleza. La madre tierra. Tenían muchos dioses, pero los respetaban a todos. Como buenos humanos que eran se les pasaba la mano en algunos de sus cultos, a veces eran medio sanguinarios, pero en general tenían una idea clara de a quien había que servir. A la tierra. En la actualidad perdimos ese respeto. Nos pusimos súper inteligentes, híper creativos y al final dejamos la grande. Se nos pasó la mano.

Ahora resulta que el 2012 se acaba todo. Nos guste o no nos guste la cosa se terminará. Me van a tener que disculpar pero este cuento no me lo creo. Hoy vi a un periodista haciendo un reportaje sobre la creencia del fin del mundo, muy malo debo reconocer. Entrevistando a los eruditos en la materia de las creencias. Religiosos y paganos, todos dándole rienda suelta a sus negocios e invitando a todos a reaccionar. Cuatrocientos años después de haber encerrado a Galileo por impugnar que la Tierra era el centro del universo, El Vaticano ha llamado a un grupo de expertos para estudiar la posibilidad de vida extraterrestre y sus implicaciones para la Iglesia Católica. Buenísimo. No se cansan. La verdad es que no creo en ninguna de estas instituciones. Sin embargo sí creo que hoy a las once puede suceder algo especial. Creo que parar la máquina y repasar nuestras vidas es algo positivo. Pienso que cuando uno entra en un estado reflexivo suceden cosas buenas.

¿Qué fue de eso que decía pienso y luego existo? Parece que se nos olvidó. Uno de los peores problemas que tenemos como especie es precisamente esa falta de reflexión. La automatización a la que hemos sido expuestos es increíble. Ya no nos damos cuenta. No la reconocemos. Estamos tan inmersos en ella que hasta la encontramos normal. Pero no, no es normal. Tampoco es sana y mucho menos algo que valga la pena continuar. Creo que es tiempo de parar la maquina y mirar alrededor. Ver si en verdad estamos conformes con lo que estamos construyendo y el ejemplo que le estamos dando a esas vidas que hemos traído al mundo.

Por favor, no vayan a pensar que en mi casa no tenemos computadora o microondas. No es ese el punto. Creo que la tecnología nos ha dado mucho, sin embargo no creo que ella sea todo. Vivir en pos de tener mas no es lo mejor, es triste. Es egoísta. Hay cosas que son más importantes que todo lo material que podamos acumular. Hay momentos que son más preciosos en silencio. Los artefactos están ahí para hacer que nuestras vidas sean más fáciles, no para que hagamos nuestras vidas alrededor de ellos. A las once del día once del mes once pararé la máquina. Me volveré místico. Prenderé una vela y pensaré que cosas podría mejorar en mi vida. Quién sabe, en una de esas en el silencio de la meditación se me ocurre algo.

1 comentario:

Eddie dijo...

Las predicciones mayas nunca dijeron que el mundo se acabaria en el 2012. Simplemente dicen que habra un cambio. Ese cambio todos sabemos que es necesario.