: : Las estatuas silenciosas

El millonario ex vicepresidente y premio Nobel Al Gore acaba de sacar un libro sobre el tema del medio ambiente. Los libros ayudan siempre y cuando después de ser leídos motiven a la acción. Esperemos que así sea. Creo que su documental “An Inconvenient Truth” fue buenísimo en muchos aspectos, pero no se en verdad si hubo un cambio real a mi alrededor. El libro, "Our Choice: A Plan to Solve the Climate Crisis", plantea entre otras cosas las ventajas y desventajas de desarrollar fuentes diferentes de energía, como la solar, la eólica, la geotermal, la de bíomasa y la nuclear.

La crisis medioambiental que sufre nuestro planeta es una realidad, por más que algunos sectores no lo quieran reconocer. No es mito y es serio. Un problema de proporciones es el que nos pusimos sobre los hombros. En pocas palabras, actuamos mal y ahora lo estamos pagando. Se nos pasó la mano. Nos descuidamos de sobremanera. Como especie hemos sido soberbios. Arrogantes. Unos malos hijos de nuestra madre tierra.

En mi casa reciclamos. Mi esposa es una fiera a la hora de reciclar. No lo hacemos todo lo que quisiéramos, pero tratamos de hacer todo lo que esté a nuestro alcance. Es triste que dentro de las políticas de los gobiernos, de los estados, de los municipios no se dé mayor relevancia al asunto medioambiental. En general sólo se quedan en palabras bonitas y buenas intenciones. Pero si las personas no hacemos algo en nuestros círculos cercanos estamos perdidos. No podemos esperar que los demás hagan todo el trabajo mientras nosotros estamos sentados mirando cómo se mueven las nubes en el cielo. Esta mañana cuando venía hacia la oficina, vi como una señora botaba por la ventana de su auto una bolsa de papel y un vaso de café. La miré feo, pero la mujer no se dio ni por aludida. Lo triste es que sentada a su lado iba una jovencita, y en el asiento de atrás otro menor. Espero que ellos no aprendan de su ejemplo.

Es complicado el asunto, ya que en general hay poca conciencia ecológica. Muchas personas no se enteran de lo que pasa. Dejaron de prestar atención hace tiempo, si es que alguna vez lo hicieron. Una pena. No hay dinero para salvar el planeta ya que la idea es hacer dinero como sea, mejor dicho, salvar al planeta no genera plata. Da lo mismo si la tierra se nos acaba, ya que con el dinero que juntaron se deben haber construido hermosos bunkers con vista a quien sabe dónde. No importa que la vida en el planeta se esté extinguiendo, lo importante son los millones.

El amor por el dinero es un gran problema. Enceguece a las personas. Las enloquece. A mí me gusta el dinero, pero debo reconocer que por un dólar más no estoy interesado en vender mi alma al diablo, o a ninguna corporación en su defecto. Creo en la integridad. Creo que aún hay cosas que son más importantes que el dinero como lo son la familia, la salud y la educación. Creo que la mayor inversión debe estar ahí. Educar a nuestros hijos para que sean consientes de su entorno, lo respeten y lo cuiden. Enseñarles que aún hay cosas buenas por las que vale la pena luchar y que no todo está perdido. Puede ser que sea un ingenuo o un soñador, pero es así como fui educado.

Me duele ver la apatía de la juventud. El desinterés en lo que sucede a su alrededor. Se han ido consumiendo. Ya no hablan ni entre ellos, se envían mensajes de texto. Me acuerdo cuando a mediados de los ochenta pasábamos horas conversando con mis amigos tratando de cambiar el mundo. Había ideales, algo que en la actualidad parecieran no tener estos muchachos. No creen en nada ni en nadie. Son violentos. Desmedidos. Egoístas. Encerrados en sus mundos interiores buscando evitar los contactos con el mundo exterior. Pero no es su culpa. La culpa es de nosotros los padres. Hemos elegido dejar que otros los eduquen mientras perseguimos más dinero. Un mejor auto, un mejor teléfono y por supuesto, una mejor posición. Las clases de yoga y el gimnasio. La iglesia. Teniendo todo eso nos damos por satisfechos. Si los niños son estatuas silenciosas dentro de la casa, es que lo hemos hecho bien.

La forma en que se mide el éxito de las personas es relativa. Posiblemente vivimos en mundo en que las prioridades se fueron cambiando. Se desordenaron. Se corrompieron. Se trastocaron. Pienso que ahora la idea es ver como arreglamos el entuerto en el planeta. Lo del medio ambiente es solo un efecto de problemas mayores que se esconden en nuestros vecindarios. Estamos adormecidos frente a los televisores o las pequeñas pantallas de nuestros teléfonos.

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