: : El viernes nuestro de cada semana

Me pueden decir lo que quieran, sin embargo para mi no hay mejor día que el viernes. Un día mágico. Especial. Duro pero entretenido. Si, ya que al final de las ocho horas de trabajo el fin de semana se inaugura oficialmente.

Por más que uno necesite el dinero, no hay nada peor que trabajar un sábado o un domingo. Un martirio. Especialmente cuando el día esta hermoso. Con un sol resplandeciente. La bahía se ilumina. Una delicia y uno aquí encerrado. Todo el mundo está haciendo algo más entretenido que uno. Hasta descansar tirado en la cama es más entretenido que estar en la oficina un fin de semana. A veces sólo con eso basta.

No vayan a creer que no me gusta lo que hago. Me encanta mi trabajo. Pero estoy convencido de que podría ser mejor. Siempre puede ser mejor. Pero no me quejo. Al menos tengo algo. Lo que pasa es que uno nunca debería estar conforme con las cosas. Siempre hay que querer más. Un poco de ambición siempre está bien. Hay que querer más. Tener hambre de más decía un amigo.

El viernes es especial por muchas razones. Se puede sentir el optimismo en el ambiente. Todos lo sienten. La gente sonríe con mayor facilidad. El fin de semana esta a las puertas. Se le puede ver venir. Pero como cualquier viernes que se precie de ser, lo más probable es que no sea fácil. Nunca lo son. Es su karma. Es el día en que por lo general todo llega a última hora y a toda costa debe salir el mismo día. Es el día en que todos están apurados por irse al happy hour. Es el día en que algo importante desparece misteriosamente y no es culpa de nadie. Es un día estresante pero lleno de vida.

Todos los días producen una sensación especial en las personas. En el elevador nunca falta la persona que dice “hoy me siento como lunes” o “martes”. El miércoles es un día neutro. Hay quienes lo toman mal y otros lo toman bien. A mí no me molestan para nada. Habitualmente los tomo bien. Es un día que pasa suave como un buen licor. Los jueves son pesados, especialmente si uno lo corona con una reunión con sabor a nada y llega el viernes. Sorprendente. Especial. Místico y desordenado. Los sábados son insípidos como una pechuga de pollo. Los domingos son aburridos.

Como todos los viernes salimos un grupo a almorzar. Como siempre fue genial. Lo pasamos bien. De eso se tratan los viernes, de ser feliz. De esta manera es como se pasan las semanas y los días se van perdiendo en el recuerdo. Se evaporan. Desaparecen. Por eso es que el tiempo debe ser aprovechado ya que pasa rápido y no vuelve. Soy un enamorado de los viernes, del internet y de un montón de cosas más. Soy un romántico viajero. Rebelde y revoltoso, y no lo cambiaría por nada. He dicho.

1 comentario:

Eddie dijo...

"Greed is good. Greed works!"
Gordon Gecko (Wall Street -the movie)